jueves, 4 de septiembre de 2014

Editorial

Deficiente transporte de flotas


Las flotas de transporte interdepartamental de pasajeros no cumplen con los servicios que ofertan y el precio de pasaje que cobran infringiendo elementales normas de comodidad y seguridad para los usuarios.

Para empezar el rosario de fallas, en el caso de la Terminal de la ciudad de Oruro, no salen a la hora fijada, lo hacen con atraso y demoran más de quince minutos fuera de la terminal, atendiendo a pasajeros indisciplinados que por no pagar el "derecho de Terminal", embarcan en la calle perjudicando a pasajeros que toman los servicios de alguna flota en función a horarios de salida y llegada a destino.

En lo que corresponde a servicios internos prácticamente se han eliminado los servicios de TV, pero lo que es peor se han anulado los baños higiénicos muy necesarios en viajes largos como el que ahora se realiza entre Oruro – La Paz o viceversa.

La flota que en la mayoría de sus horarios tiene asientos vacíos los llena en el camino parando en varias poblaciones recogiendo pasajeros, muchos de estos que además viajan entre poblaciones, de tal suerte que el servicio se convierte en provincial, con la consiguiente molestia y pérdida de tiempo para quienes deben cumplir obligaciones programadas en su destino.

Interiormente, no en todas pero en la mayoría de las flotas, los asientos carecen de aseo, no reclinan y si lo hacen no vuelven a su posición original, hay ventanas que no cierran totalmente y otras que no se pueden abrir cuando el pasajero necesita hacerlo.

Los "ayudantes" generalmente jovenzuelos, carecen de conocimientos para la atención de viajeros, se muestran prepotentes, no brindan ayuda a pasajeros en ninguna circunstancia y hasta se dan el lujo de increpar a pasajeros que formulan reclamos por las deficiencias permanentes.

Al considerarse en la actualidad como "crítico" un viaje de algo más de 200 kilómetros entre dos ciudades tan próximas, debido a las obras en la construcción de la doble vía La Paz – Oruro, se hace necesario un mayor control por parte de efectivos policiales en la ruta, por lo menos en los retenes para verificar que se atiendan los reclamos de incómodos viajeros.

Es necesario que por el tiempo que se demora actualmente en ese tramo, más de cinco horas, se disponga una parada obligada de cinco a diez minutos como máximo en una población intermedia para favorecer a los pasajeros en la necesidad de cumplir necesidades biológicas. Parecería contradictorio pedir diez minutos de pausa en el viaje, sin embargo el uso de ese tiempo es útil para la salud ciudadana, no así el tiempo que se pierde a la salida de los buses o el que representa efectuar varias paradas para embarcar o dejar pasajeros en las poblaciones de la ruta. Esta medida sería temporal en tanto concluyan las obras de la doble vía, cuando seguramente el viaje volverá a ser de tres o menos horas, dependiendo de los límites de velocidad que se autoricen.

La autoridad responsable de cuidar el buen servicio en el transporte de pasajeros en las flotas de servicio público, es sin lugar a dudas la Policía Operativa de Tránsito en las terminales de las ciudades y la Policía Caminera en la ruta, de modo que con un riguroso control, la aplicación de sanciones a los infractores, chóferes o empresarios del transporte, se logrará recuperar los atributos de comodidad y seguridad en los servicios de las flotas.

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