lunes, 8 de septiembre de 2014

¿Será que realmente perdimos la Guerra del Chaco? Joaquín Loayza, Julio Irahola y Maurice Cazorla el desenlace de la Guerra del Chaco.

P: Tú has investigado más lo ocurrido en Oruro. ¿Qué podemos valorar más en dicha ciudad?
MC: En 1932, las salitreras habían cerrado en Chile, y aparecieron en Oruro un montón de repatriados que habían ido allá desde 1905 e incluso antes. Ellos habían hecho familia en Chile inclusive, pero tuvieron que volver. Entre ellos llegaron muchos chilenos también que se acomodaron en diferentes barrios de Oruro, en la calle Santa Bárbara, en el sector de la 6 de Agosto para abajo y en el sector Norte. Allí empezaron las manifestaciones radicales de los comunistas, de los marxistas. Hubo saqueo de tiendas.  Es algo realmente dramático, pero la guerra solucionó el problema demográfico en Oruro, porque en realidad vino la guerra y las generaciones del 30 y 31 que fueron al servicio militar estaban buscando trabajo. Las empresas ya no podían contratar, porque habían reducido personal por la crisis y no había donde ubicarlos. Entonces, una solución fue que desde la generación del 30 que acababa de hacer el servicio militar formaron el Regimiento Campero, el Sexto de Caballería, el Regimiento Abaroa y el Catorce de Infantería, que fueron las compañías que llegaron a Boquerón.
Hay un grupo de niños de 10 a 14 años que se metieron en los vagones del tren. Acompañaban a sus hermanos o amigos. Incluso había unos que habiendo peleado con sus papás porque perdieron una moneda se subieron al tren y se fueron a la guerra. Entonces los papás decían "¿Dónde está mi hijo?”, "Se fue en el tren”, "No, ¿cómo es posible?”; llegaron hasta la estación del ferrocarril, telegrafiaron a las diferentes estaciones, y a algunos los agarraron en Machacamarca y los obligaron a volver a pie hasta Oruro. Otros llegaron hasta el frente, y allí se dieron cuenta de que eran niños y alguno recibió un sopapo, porque era chango. A otros tuvieron que acomodarlos en diferentes servicios como en la sanidad.
Un caso dramático ocurrió en Toledo, donde los camiones cerraron las esquinas de la plaza en un día de fiesta y a todos, sean de 14 años o más, ¡adentro! No tuvieron  oportunidad de despedirse de su familia. Las esposas, madres e hijas que no sabían leer ni escribir, no sabían cómo comunicarse. Todos esos hechos dramáticos nos han marcado y nos han permitido cambiar como país.

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