Ramiro Villavicencio. El Gerente General de la
Empresa Metalúrgica Vinto brinda detalles sobre la instalación de la
tecnología Ausmelt en la planta. Anuncia que el nuevo horno comenzará a
operar a principios de octubre, con lo que la capacidad de
procesamiento del complejo aumentará de 12.000 a 18.000 toneladas
métricas finas año. Con el Ausmelt, Vinto será uno de los cinco hornos
del mundo con capacidad de procesar el 100% de su producción nacional
de estaño.
— ¿Cuál es el impacto que tendrá el nuevo horno Ausmelt en las operaciones de la Empresa Metalúrgica Vinto (EMV)?
— Es importante que todos conozcamos que este proyecto es de un alto
impacto tecnológico no solo en el ámbito nacional, sino también en el
internacional por tratarse del cuarto horno de fundición en el mundo que
podrá captar el 100% de los concentrados de estaño que produce su país,
el primero está en China.
— ¿En qué proporción se aumentará la capacidad de procesamiento de la planta?
— Actualmente, la EMV tiene una capacidad instalada para producir
12.000 toneladas métricas finas (TMF) de estaño por año; con el Ausmelt
llegaremos a 18.000, por lo que pensamos trabajar con las 10.500
toneladas de concentrados que produce Huanuni, con las 4.500 de Colquiri
y con las 4.500 de las cooperativas mineras. Esta cantidad de
concentrados garantizará la alimentación del Ausmelt.
— ¿Cuál será la producción inicial del nuevo horno?
— Vamos a empezar con 50 TMF por día, pero hasta 2015 queremos producir
entre 14.500 a 15.000 TMF de estaño metálico por año. Trataremos de
colocar en el mercado internacional (Estados Unidos, China, Japón, Corea
del Sur, Alemania, Inglaterra, Chile y Brasil) casi 5.000 TMF más y
para eso tenemos que ser altamente competitivos.
— ¿En cuánto podrían subir los ingresos netos de la estatal?
— Entre 95 y 97%. Hemos hecho un estudio y las utilidades van a crecer
entre $us 7 y 8 millones por año, lo que nos permitirá alcanzar los 25
millones en 2020. Esa es la expectativa moderada.
— ¿A cuánto asciende la inversión en este proyecto?
— Toda la ingeniería conceptual, básica y la ingeniería a detalle fue
realizada por técnicos bolivianos, solamente se ha comprado el diseño
del horno y del caldero y la tecnología Ausmelt. La inversión es de $us
39 millones, de los cuales 27 millones (69%) ya han sido cancelados al
TGN con los excedentes que genera Vinto, incluyendo sus amortizaciones.
— El contrato de construcción del horno firmado en 2008 establecía una
inversión de $us 25 millones, ¿por qué los 14 millones adicionales?
— Evidentemente, el primer estudio contemplaba la construcción del
horno Ausmelt en una nave de baja ley (calidad) que se tenía en Vinto,
eso era ingeniería de gabinete, pero la realidad era otra. Cuando
vinieron los expertos, el presupuesto subió otros 10 millones, y si a
eso se suma la ingeniería de detalle la inversión llega a 39 millones.
El préstamo vino del TGN a través de un fideicomiso vía Banco Unión.
Calculamos que en un año más vamos a cancelar los 12 millones restantes.
— ¿Qué avances ha registrado el proyecto en estos cinco años?
— Estamos en los últimos detalles. Se ha cerrado ya la etapa del
refractado, que es el colocado de ladrillos (adquirido con $us 1,2
millones) al interior del horno con el apoyo de técnicos peruanos y
bolivianos. Asimismo, se ha instalado la parte eléctrica de media y baja
tensión y el sistema de control del proceso que será computarizado.
Estamos dentro del cronograma trazado, en breve se iniciarán las pruebas
al vacío y se empezará el proceso de fundición.
— ¿Qué falta para que el horno empiece a trabajar?
— (La fundición comenzará ) una vez que los técnicos alemanes —
Expertos en el sistema de lanzas de combustión sumergida del horno— nos
den el okey, aunque ya existe una validación al montaje realizado por
técnicos bolivianos. Estamos hablando de iniciar operaciones a
principios de octubre.
— Mucho se ha hablado de que la fundición de Vinto contamina el medio
ambiente, ¿qué pasará con el horno Ausmelt en este delicado tema?
— Una de las ventajas de la tecnología Ausmelt es que va a generar
cantidades mínimas de emisiones al aire, porque su control de emisiones
(gases y partículas sólidas) va a ser capturada en el propio proceso. El
consumo de agua va a ser igual o superior al consumo actual (de entre
16 a 18 metros cúbicos por hora), el agua va a recircular a través de un
sistema cerrado y el caldero va a trabajar a una temperatura de 240
grados centígrados, lo que generará al menos 16 toneladas de vapor hora.
— ¿Cuál será el destino de la actual fundición, la cerrarán?
— Definitivamente no, vamos a seguir aprovechando la capacidad y el
conocimiento de los trabajadores y técnicos. Vamos a trabajar con una
línea limpia de estaño con una ley de entre 55 y 60% para producir un
estaño crudo de alta ley que alcance el 98 o 99% (de pureza), que podrá
ir directamente a un proceso de refinación abreviado, lo que significa
equilibrar los costos con la actual fundición y la nueva. Además, se va a
trabajar nuevamente con la fundición de antimonio y se pondrá en
funcionamiento la fundición y refinería de zinc, para convertir a Vinto
en un complejo metalúrgico, con ferroaleaciones. Se construirá también
una fundición de plomo que tiene como subproductos la plata, oro, indio y
el germanio, entre otros metales que pueden dar un valor agregado.
— Los lingotes de estaño todavía son materia prima, ¿se ha pensado en industrializarlos?
— Sí, es un desafío lanzado por el Gobierno. Si le damos al lingote que
exportamos un valor agregado vamos a darle, con seguridad, una
inyección económica importante al país. Y la gran ventaja que tiene el
estaño es que forma aleaciones de bajo punto de fusión con el plomo,
bismuto y la plata, aleaciones que tiene una gran demanda en la
aplicación de la electrónica. Ya se han realizado pruebas, esperemos
tener alambre de aleaciones de estaño hasta 2016.
Perfil
Nombre: Ramiro Villavicencio Niño de Guzmán
Nació: 07-01-1956
Profesión: Ingeniero metalúrgico
Cargo: Gerente General de Vinto
Experto en proyectos de metalurgia pública y privada
Se graduó como ingeniero metalúrgico de la Facultad Nacional de
Ingeniería de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), se especializó en
Chile, México y Suecia; realizó posgrados en Economía Minera, en Medio
Ambiente y Eficiencia Industrial y tiene una maestría en Administración
de Empresas. Actualmente, ejerce como docente en la Facultad Nacional de
Ingeniería de la UTO, es ingeniero de planta de la Empresa Metalúrgica
Vinto (EMV) desde hace 16 años, pero también prestó sus servicios como
ingeniero metalúrgico en la Empresa Minera San Cristóbal durante cuatro
años. En Vinto ha desempeñado cargos de ingeniero de turno y jefe del
Departamento de Fundición de Baja Ley en la Planta de Refinación Térmica
y Subproductos Electrólisis. Asimismo, fue jefe del Departamento de
Investigación y superintendente de Producción. El orureño es Gerente
General de la EMV desde julio de 2009.