lunes, 16 de junio de 2014

Una tarea pendiente, el de crear el "Defensor del Espacio Público y derechos del ciudadano" para evitar vendedores en las calles un ente de acciones inmediatas. Sea en Oruro

Los espacios públicos


Este resulta un tema "espinoso", por así decirlo, para las autoridades del municipio encargadas de establecer las mejores condiciones para el buen uso de los espacios públicos, respetando los derechos ciudadanos y además con la visión de mostrar una ciudad en franco y ordenado desarrollo.

No siempre se cumplen las disposiciones que rigen para encarar una renovación urbana o definitivamente un reordenamiento de las vías peatonales dejándolas libres de puestos comerciales, de modo que también las calzadas cumplan el objeto de su función que es facilitar el flujo vehicular sin la competencia irregular y peligrosa de los ciudadanos que al perder su derecho en las aceras, no tienen otro remedio que caminar por la media calle.

Este problema del caos en las calles céntricas es un fenómeno de casi todas nuestras ciudades, aunque en algunas las disposiciones municipales tienen mayor efecto en su cumplimiento, gracias a un permanente control de personal entrenado para evitar la indisciplina ciudadana, de viandantes y de conductores de motorizados.

El desproporcionado congestionamiento de las calles céntricas es producto de la presión que ejerce el transporte público, con la mentalidad de tener mayor requerimiento de servicios por parte de la ciudadanía, sin darse cuenta que en ese afán provocan enormes filas de vehículos que avanzan lentamente, que obliga a un mayor consumo de gasolina y en lugar de tener más pasajeros, hay un rechazo de éstos a utilizar el lento y molestoso servicio público que se atora en las principales calles y perjudica a la población.

Hay un fenómeno reconocido por unos y por otros, el evidente crecimiento de la población e igualmente del parque automotor que restringe el espacio territorial de uso colectivo, ocasionando la grave problemática urbana que empeora diariamente y no hay visos aparentes de una solución práctica.

Este asunto complejo en sí, debe merecer un cuidadoso estudio por parte de elemento profesional, ingenieros, arquitectos, técnicos, planificadores y encargados salubristas para completar un equipo mixto que pueda definir estrategias dirigidas a una renovación urbana en que se priorice la seguridad ciudadana, pero particularmente la de los peatones cuya garantía primaria es el uso absoluto de las aceras.

Ahora bien, un estudio particularizado debe surgir en la instancia del Concejo Municipal y en las comisiones correspondientes que tienen que ver con la búsqueda de mejorar la vida urbana. El equipo multidisciplinario que se sugiere debe tener apoyo directo del ente legislativo municipal para encarar las transformaciones que fuesen necesarias para eliminar el caos reinante y reconvenir la situación hacia un proceso urgente y sostenido de crear conciencia ciudadana con educación y disciplina.

En este proceso de cambio hacia el bienestar ciudadano, deben participar los representantes directos de los sectores vecinales, del transporte público y también delegados del transporte privado, que junto a la comisión profesional determinen las mejores condiciones para reordenar la ciudad, despejando las calles centrales, en lo que corresponde a aceras y calzadas, disponiendo nuevas alternativas en las rutas del transporte público, y sobre todo completando el plan con una adecuada señalización vertical para fijar paradas y ubicación de pasajeros, como horizontal para que cebras y lugares de estacionamiento sean identificadas plenamente.

El cuidado de los espacios públicos es tarea prioritaria y de responsabilidad directa del Municipio. Las autoridades en sus diferentes niveles legislativo, ejecutivo, oficialías y dependencias técnicas deben trabajar en un verdadero reordenamiento de la ciudad en defensa de toda la colectividad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario