lunes, 17 de noviembre de 2014

Editorial

Aduana chilena controlará ropa usada


Un intercambio de correspondencia entre las Aduanas de Bolivia y Chile permite a la nuestra confirmar que la vecina expresa su "voluntad para trabajar" en el control de la ropa usada que se interna a Bolivia.

Las autoridades superiores de las aduanas de ambos países han logrado un resultado positivo gracias a gestiones insistentes ejercidas por la autoridad boliviana en un tema que causa serios problemas a la economía nacional y afecta directamente a un importante sector industrial.

La ejecutiva de la aduana boliviana encaró el planteamiento de solicitar al organismo similar chileno ejercitar un mayor control en el tránsito de ropa usada introducida a Bolivia en grandes cantidades y que pasa por puestos de frontera del vecino país.

Frente a la contundencia de los hechos la aduana chilena ha confirmado su intención y voluntad de disponer un control efectivo en lo que corresponde al tránsito de ropa usada por su territorio.

En Bolivia existen disposiciones gubernamentales que prohíben la importación y comercialización de ropa usada, sin embargo, los contrabandistas dedicados a ese negocio se dan modos para comprar centenares de fardos, justamente en Chile e introducirlos aprovechando la extensa frontera entre ambos países y desguarnecida en gran parte de nuestro territorio, lo que facilita el trabajo de los ropavejeros que no son controlados por la aduana chilena.

Se entiende que a partir de la respuesta de la Aduana de Chile se dispondrá un control específico a este tipo de mercadería, además de que funcionarios y técnicos de ambas aduanas se reunirán para coordinar tareas efectivas de control fronterizo levantando un "relevamiento" en varios puntos de frontera donde es necesario vigilar la actividad de contrabandistas.

Algo importante y que se considerará como parte del control sobre el tránsito de ropa usada es pedir a Chile que revise su política de "nacionalizar" en su territorio la ropa usada que después pasa sin problema al mercado boliviano. El hecho ha sido puesto también en conocimiento de la Organización Mundial de Aduanas, la misma que intermedió con la aduana chilena para que el asunto sea controlado, dadas las prohibiciones vigentes en Bolivia.

A partir de la respuesta de la Aduana de Chile, seguramente disminuirá el contrabando de ropa usada, lo que evitará que ese comercio irregular siga causando problemas en la pequeña y mediana industria, especialmente textilera de nuestro país y la cadena manufacturera que ha disminuido sus ventas debido a la competencia del comercio de ropa usada.

Si se cumplen algunas disposiciones habrá que pensar en ampliar el convenio interaduanero para controlar otros rubros, por ejemplo el de los carros chutos que igualmente son vendidos abiertamente en la Zona Franca de Iquique (Zofri) desde donde viajan a territorio boliviano, sorteando con facilidad los puestos fronterizos chilenos que reconocen la factura chilena.

Para la zona portuaria de Iquique en Chile la presencia de comerciantes bolivianos representa más del 40 % de operaciones "regulares", es decir la compra de una extensa variedad de mercadería, como alguien dijo "desde una aguja hasta enormes camiones", hecho que mueve de manera cotidiana el gran comercio de la Zofri y que se observa especialmente en el mercado comercial de Oruro, punto de distribución de mercadería al interior del país.

Lo importante es que entre las dos aduanas se logre acuerdos que frenen la irregular actividad del contrabando, lo que no quiere decir que se excluyan las transacciones legales que obligan al cumplimiento y respeto mutuo de normas vigentes en ambos países.

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