En Todos Santos los orureños le rezan a Inocencia
Santuario. El nicho de “la cholita milagrosa” repleta de flores y plaquetas de agradecimiento.
Juan Mejía.
Muchos orureños la llaman Inocencia “la santa”, le
rezan casi a diario y le piden favores, más aún en Todos Santos, cuando
los creyentes aseguran que ella llega del más allá junto con las otras
almas. A su tumba no le faltan flores, que son obsequiadas hasta por
extranjeros.
“Vengo de los Yungas (La Paz) para la
fiesta de Todos Santos de acá a rogarle al alma bendita Inocencia Flores
para que me ayude en los negocios, en la salud y en la familia”,
expresa Rosa Jordán, mientras pijchea unas hojas de coca y pita
cigarrillos por el alma de la difunta.
Junto a Jordán
está Nelly Rojas, quien cuenta que acude continuamente a la tumba de
“la cholita milagrosa” para rezar y pedirle trabajo, salud y protección
en los viajes que realiza por sus negocios.
Inocencia
Flores (nombre que le pusieron los devotos) fue asesinada por su jefe
con 24 puñaladas hace 34 años, en una tienda de artefactos de Oruro, en
un intento de abuso sexual. El asesino fue detenido y sentenciado a 30
años, aunque se cuenta que murió en el penal, pero existen otras
versiones de que fue trasladado a Chonchocoro de La Paz.
Las personas que trabajan en el cementerio general de Oruro comentan
que muchos devotos llegan cada lunes hasta la tumba de Inocencia para
rezar de pie o de rodillas, colocar flores y quemar incienso en pequeños
braseros. Pero aseguraron que la mayoría de los devotos llega para
Todos Santos, día en que cientos de personas rodean la tumba de “la
cholita milagrosa”.
Para el personal ya no es
sorpresa observar la llegada de creyentes de Estados Unidos, Brasil y
Argentina, que se suman a la población del interior del país que venera a
Inocencia como una “santa milagrosa” y le piden con mucha fe amor,
salud, trabajo, dinero, viajes y otros favores.
Su
nicho es similar a un santuario, pues a diferencia de otras tumbas del
panteón central está construido sobre cuatro pilares especiales, posee
flores en abundancia e innumerables plaquetas de agradecimiento en el
piso y el techo, que fueron dejadas por los devotos a quienes les
cumplió los favores pedidos, según detalla el agradecimiento de las
mismas.
La tumba de “la cholita milagrosa” está al
lado de dos difuntos: Felicia Aliaga, que fue la cuidadora del santuario
de Inocencia, y Jorge René Gutiérrez, esposo de Aliaga, ambos
asesinados con una picota en la nuca hace cuatro años (15 de diciembre
de 2010). Esta es una de las tradiciones del país que se aviva más en la
fiesta de Todos Santos, el 2 de noviembre, cuando las almas visitan
este mundo.
Explicación de la fiesta
El Día de Todos Santos es una tradición católica celebrada en muchos
lugares del mundo para honrar y traer a la memoria a las personas que
han muerto, el 1 y 2 de noviembre.
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