viernes, 24 de octubre de 2014

Ciudades en progreso o ciudades contaminantes

•  Por: María Fabiola Alfaro Fernández


     El incremento de la población en las ciudades y la necesidad de vivienda trae aparejada consecuencias en el deterioro ambiental, el surgimiento de urbanizaciones no planificadas o el aprovechamiento al máximo del suelo en edificaciones en alturas incrementa el consumo energético debido a las condiciones climáticas de las ciudades propiciando el uso de aire acondicionado, mayor utilización de electricidad, etc., igualmente la producción de basura y tratamiento inadecuado en técnicas residuales se convierten en un conflicto social que afecta en general a la población y particularmente a vecinos colindantes cuyas viviendas se tornan insalubres, la poca práctica del reciclado, la reutilización y reducción de elementos que contaminan el medio ambiente, el uso inadecuado del agua potable desperdiciándose individual, familiar así como el empleo en industrias, construcción, etc., el poco incentivo del cuidado e implementación de áreas verdes para generar microclimas, hace necesario formular condiciones antrópicas equilibradas integrales.

El traslado de ciudadanos de un lugar a otro y el uso de transporte inciden sobremanera en la contaminación acústica y atmosférica más aún cuando las personas prefieren desplazarse en vehículos particulares incluso para recorrer distancias cortas cuando podrían realizar caminatas, emplear bicicletas y así también cuidar su salud, o tomar servicios colectivos públicos cuidando así el hábitat en el que desarrollan sus actividades cotidianas.

El progreso de las ciudades es medido por la incorporación de tecnologías, fuentes de trabajo, creación de industrias, construcción de edificios, etc., pero también la educación de los pobladores sobre el medio ambiente juega un rol preponderante en el desarrollo sustentable con el aprovechamiento equilibrado de los recursos naturales como la energía solar con la adecuada orientación de edificios y disposición de espacios acordes con el clima, propender a la iluminación natural, emplear paneles solares etc., aspectos que representan un ahorro energético y contribución al cuidado y protección del medio ambiente, las áreas urbanas requieren que se incluyan más espacios destinados a áreas verdes y árboles como medios estabilizadores de la armonía ambiental en las ciudades tanto en espacios públicos como privados.

La impronta de una ciudad sostenible requiere de la participación ciudadana, autoridades, técnicos municipales, que puedan gestionar ambientalmente acciones que conlleven a detener el crecimiento de ciudades contaminantes apoyando al desarrollo siempre velando por las generaciones venideras, así también la sociedad comprometida sería artífice en el cumplimiento de la Ley No 071 de 21 de diciembre de 2010 Ley de los Derechos de la Madre Tierra que en su artículo 7. I. señala la Madre Tierra tiene los siguientes derechos:

1. A la vida

2. A la diversidad de la vida

3. Al agua

4. Al aire limpio

5. Al equilibrio

6. A la restauración

7. A vivir libre de contaminación

Las ciudades son parte de la Madre Tierra no únicamente las áreas rurales que conjuntamente forman el todo viviente y la contribución en el desarrollo sustentable y sostenible corresponde particular y colectivamente al grupo humano.



(*) Arquitecto-Abogado

fab_arq@hotmail.com

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